Octubre. Octavo mes del antiguo calendario romano, de octo, octavo. Los griegos llamaban al período octubre-noviembre, Pyanopsion.
“El mes de octubre, siete cubre”.
“La luna de octubre, siete cubre”.
Zodiaco: La libra. La balanza.
Santiago de la Espada. Los Campos de Hernán Perea.

Santiago de la Espada: el pueblo se eleva 1.250 metros sobre el nivel del mar, se llamó antiguamente El Hornillo y era una aldea de Segura. En 1691 fue elevada a la categoría de villa, segregándose de Segura. Tenía ayuntamiento, cárcel y pósito. La parroquia de Santiago dependía de las Ordenes Militares. Había además tres ermitas, consagradas a San Antonio de Padua, San Roque y a la Purísima Concepción. Según Madoz, tenía en su término minas de hierro, cobre, plomo, piritas ferruginosas y muy buen lignito, pero sin explotar. Madoz es quien atribuye el origen de los pobladores a pastores trashumantes de la Serranía de Cuenca. De estas explotaciones mineras no queda rastro ni memoria, al parecer.
Piensa sin embargo Manuel Damián Ruiz, geólogo, que lo de las minas en Santiago lo sobredimensionó Madoz; no es terreno propicio para grandes concentraciones de cobre ni de plomo, y los lignitos de la sierra (que puedes ver en los cortes de esas arenas blancas tan usadas antes para limpiar sartenes) puede que sean de cierta calidad pero insuficientes en rendimiento (las más de las veces no forman gruesos paquetes, son finos estratos intercalados en esas arenas, de facies costera creo, que también presentan cantos muy redondeados de cuarcita usados como materia prima, en épocas prehistoricas, para útiles tallados). Tambien los pueblos del calcolitico debieron usar esas pequeñas concentraciones de cobre.
En Pinar Negro antiguamente se hacía alquitrán o pez en las ‘pegueras’, probablemente quemando madera y después destilando el carbón. Esta práctica era, como es natural, desastrosa para los montes y para el entorno pues las retortas producirían también gas y amoníaco. Recuérdese que el Pinar Negro, cuyo nombre sugiere montes cerrados y espesos, no es apenas sino un recuerdo, casi una leyenda.
Hay un libro, ‘Los Hornilleros’, de Juan Luis González Ripoll, que se refiere precisamente a las gentes de Santiago y del río Madera. Otros libros del mismo autor son ‘Paisaje sin Lobos’, y ‘Narraciones de Caza de la Sierra de Cazorla’, también sobre Santiago de la Espada.
Un árbol: El roble, la encina, quercus. Considerado el árbol oracular por excelencia, ha sido objeto de culto y respeto por casi todos los pueblos primitivos europeos. Aún a comienzos de la Edad Media, los robles, sobre todo en Germania, eran objeto de veneración. En el alfabeto druida, la encina es la D o Duir, palabra de la que deriva door, puerta.
Son de la misma familia la encina o carrasca (del latín ilicina, de la familia de las fagáceas, que en portugués da azinheira y en catalán alcina) y el quejigo o roble andaluz. Éste no pierde totalmente la hoja, que es más grande y verde que la de la encina; en otoño se ponen amarillas y se van cayendo poco a poco, sin quedar las ramas totalmente desnudas. La carrasca, llamada también coscoja, es también de la familia quercus, más pequeña y de menor porte. Igualmente, el chaparro o chaparra. La palabra chaparra proviene de una palabra de origen prerromano, emparentada con el vasco gaparra, kaparra, y con el catalán gavarra (vid. Mª del Pilar Alvarez Maurín).
Un personaje y su obra.-
Don Antonio Ponz (Bechí, Segorbe, 1725 – Madrid, 1792)
Abad, dibujante, escritor, viajero, gran erudito. Carlos III le encargó un estudio de los colegios de jesuítas de España y de las obras de arte que contenían y el abate Ponz aprovechó para escribir su monumental Viaje de España, que es un inventario y descripción minuciosa del reino en el último tercio del siglo XVIII.
El odio al árbol:
“Es increíble la aversión que hay en las más partes de España al cultivo de los árboles: su necesidad es extremada a mi entender, y conociéndola el Gobierno, manda de cuando en cuando acalorar este ramo importantísimo de la agricultura; pero casi siempre es sin provecho, y acaso resulta de esas providencias un efecto totalmente contrario al fin con que se dan, porque, para cumplirlas los que las han de obedecer, suelen arrancar los árboles de las riberas o de otros parajes en donde están nacidos; y luego, por impericia o por la diversa naturaleza del terreno, los más se pierden en donde los trasplantan; de lo que se sigue que, en lugar de aumentarse las arboledas, se disminuyen notablemente, lo que no sucedería si en todos los pueblos hubiese copiosos semilleros”.
Antonio Ponz, Viaje de España, 1775
Labores: Se recogen las habichuelas.
La vendimia. Antes había viñas en muchos de los valles y la toponimia aún conserva el recuerdo, Viña del Hondo, Viña de la Solana. La epidemia de la filoxera, a principios del siglo XX, acabó con ellas y entonces fueron sustituidas por olivos.
La uva pasa es el símbolo de los Dominicos.
Días señalados:
1 Día Mundial del Agua
4 San Francisco de Asís (1182-1226), Patrono de los ecologistas. Copatrono de Segura.
7 Virgen de Nuestra Señora del Rosario.
Fiestas Patronales en Segura de la Sierra.
Es costumbre llevar un ramo de albahaca a la Virgen.
8 Por estas fechas, si ha llovido en septiembre y después sale el sol, se van a buscar guíscanos (níscalos).
12 Virgen de Nuestra Señora del Pilar. Día del Descubrimiento de América. En Estados Unidos se celebra como Columbus Day.
Fiestas en Cortijos Nuevos, pedanía de Segura.
15 Día Mundial de la Mujer Rural
18 San Lucas, evangelista, nacido en Antioquía (hoy Antakieh, en Siria). Además de por su evangelio es conocido por las Actas de los Apóstoles. Antiguamente era la fecha tradicional del comienzo del curso académico.
19 El antiguo Armilustrium (día de lustrar las armas), día de la purificación de las armas en el Monte Aventino, en Roma, tras la que se danzaban y se tocaban trompetas. Festival romano del Caballo de Octubre, ceremonia relacionada con el fin de las cosechas y el fin del período de guerra. Invocación a la fertilidad.
31 Día de las Brujas. Halloween, fiesta de origen céltico, irlandés, que se celebra en los países anglosajones. All hallow ween, velada de todos los santos. Mediante máscaras y fiestas se conjuraban los espíritus de los muertos y el miedo a los aparecidos y fantasmas.