Al parecer, no basta con que las carreteras de la Sierra no sean aptas ni para ir en bicicleta ni para pasear, pues no hay arcenes: sólo vehículos de motor y a la mayor velocidad posible.
No basta con usar exceso de productos químicos para matar todo bicho viviente so pretexto de tener más cosecha.
Ahora, encima, se reanudan los vuelos de aviones militares. Ya hubo un accidente (ver foto; el piloto, afortunadamente, se salvó) que provocó un incendio de 300 hectáreas en septiembre de 2009.
Foto: María González