http://thesmartset.com/article/article02161201.aspx
Este artículo de Stefany Anne Goldberg nos explica cómo los calendarios, y los almanaques, ofrecen cambios según las preferencias políticas.
Por ejemplo, en Madrid tenemos la misma hora que en Varsovia porque Felipe González, en 1982, decidió que debíamos estar conectados con el núcleo duro del entonces Mercado Común, y no con la hora de Greenwich, que es la que se usa en Gran Bretaña y en Portugal. Esta sería más lógica pues estamos muy al Oeste. Recordemos que el Meridiano de Greenwich, el 0º, pasa por la ciudad de Castellón de la Plana.
Esa longitud del día, sobre todo en verano -que llega a hacerse insoportable-, es dudoso que sirva para ahorrar energía. Lo que sí fomenta es la vida nocturna, el turismo, y hace que empecemos siempre más tarde y que ya no se madrugue. No madrugan ni en el campo.
Aprovecho para hacer publicidad de la excelente revista on line, o digital, de la Universidad de Drexel, The Smart Set, donde está publicado el artículo de referencia.
La pluma del cormorán 