El rapto de Lisboa (a manos del turismo)

No es ramblin’ rose, de Nat King Cole, es ramblizar, palabra que viene de Las Ramblas de Barcelona. O arramblar con la Baixa lisboeta, que también viene de ramblas y equivale a destruir. El alcalde de Lisboa, el admirado – por los políticamente correctos- António Costa, decidió un día pasar a la gloria, llegar a la fama, imitando Barcelona. Desmanteladas las industrias del borde del Tajo y de Sacavem, eliminado que ha sido el comercio autóctono a manos de las multinacionales de la moda y de los puestos de souvenirs en manos de paquistaníes que no hablan portugués, no quedaba más remedio, parece, que convertir la ciudad en un todo turístico.IMG_2110

IMG_2132Así, parece como si el alcalde lisboeta se propusiese instalar una especie de feria permanente, con animación sin tregua, comercio de chichinabo y chabacanería. Algo así como las Fenecidas Ramblas barcelonesas con sus pedigüeños, sus rateros, sus estatuas vivientes, sus terrazas que ocupan todo el espacio público, robando aceras y paseos, sus músicos que dan la murga en cada esquina y sus tiendas iguales a todas las del mundo, excepto algunas que heroicamente resisten el temporal de la vulgaridad.

Costa, aplaudido por hoteleros, politicastros y periodistas a la mano, está logrando banalizar la Baixa, convertir la plaza do Comercio, o Terreiro do Paço en una feria popular y disneyzar el Chiado (lo que ya ha prácticamente perpetrado).

Frente a la estatua sedente de Pessoa, en A Brasileira, perroflautas, musiquillos y demás barullentos animadores, distraen a turistas que ahorran ocupando mesas por tres euros –sesicientos escudos- y que no saben quizá ni dónde están ni quién era Pessoa, ni falta que les hace. Lo único que quieren son vacaciones baratas, sea donde sea, y sentirse depaysés.

Para llegar a tal dislate, ha destruido la rotonda del Marqués de Pombal, con toda la calzada portuguesa, para hacer más confuso aún el tráfico, está convirtiendo la avenida da Liberdade, aquel Passeio Público que evocase Eça de Queiroz, en una linea de hoteles que sustituyen, banales y anónimos los viejos predios pombalinos que antes bordeaban la avenida.

IMG_2128Mientras, Costa ha recibido como un emperador al sulfuroso y autoritario Erdogan hace unas semanas (quizá le gustaría al alcalde lisboeta no tener que someterse a las urnas y ser vitalicio), y se pavonea, sin atender a sus ciudadanos sino a la economía y las finanzas. Tiene que conseguir, por el medio que sea, que Lisboa sea única y exclusivamente un destino turístico. ¿El alma de la ciudad, sus habitantes, probos y resignados, su espíritu? Tonterías de los románticos, nostálgicos y reaccionarios.

 “Por el Turismo al Paraíso”, esa parece su divisa, que no es ajena a la de innúmeros munícipes de esta Iberia toda. Pero todavía le queda cantidad por banalizar y destruir, que hay que destruir mucho y sin contemplaciones hasta llegar a la fama.

IMG_2113Nosotros preferiríamos un alcalde cronopio ( véase Julio Cortázar), pero nunca lo conseguiremos. Todos los políticos, alcaldes, diputados, son, por definición, famas. Los cronopios son malvenidos en el mundo político.

Anuncio publicitario