Los aliados habían desembarcado en Normandía al precio de miles muertos y heridos. La liberación de Europa del totalitarismo nazi había dado un giro importante. El Tercer Reich se iría a pique, era cuestión de meses (que fueron, hasta mayo de 1945, diez. En nuestra postguerra, no estábamos para muchos trotes, teníamos decenas de miles de presos, casi un millón de exiliados, el pueblo llano a duras penas iba sobreviviendo en la penuria.
Y, de repente, encontramos el programa de las Fiestas del Carmen de La Puerta de Segura, como fuera del tiempo, atemporal, como en muchos pueblos perdidos de aquella España