Las elecciones se ganan no sólo por méritos propios sino por los deméritos de los adversarios.

Pino piñonero o doncel sin catalogar por la Junta. Cortijo de Cristales (Sierra de Segura, Jaén, Andalucía)
Sin tener que recurrir a los sonsonetes del desempleo o empleo rural, de los favores a amigos y compadres, lo cierto es que el PP, aunque avanza algo, nunca logra hacerse con un municipio segureño en las generales. Quizá la derecha tendría que mirarse al espejo y darse cuenta que aun no ha sido capaz de presentar un proyecto abierto, liberal y de progreso. Que sufre de tanto quejarse. Las adherencias franquistas y extremadamente reaccionarias del PP andaluz no tranquilizan. Y por mucho que critiquen a los omnipresentes y eternos del PSOE, que es verdad que se han incrustado en todas las instituciones, no basta con lamentarse, hay que renovarse, ser modernos, luchar contra el paro no con discursos sino facilitando el trabajo, la creación de empresas -y no solamente las de construcción-, siendo más ecologistas, favoreciendo la verdadera cultura y siendo mucho más tolerantes que a los que intentan desbancar.
Quizá falte algo más de apertura y sobre bastante sectarismo en aquellos territorios de la Sierra de Segura, provincia de Jaén, donde parece que los dos grandes partidos miden todavía sus fuerzas entre “afectos” y “desafectos”, como en la época de la dictadura.