Entre los libros que se encuentran rebuscando en los alfarrabistas o libreros de lance de Lisboa, me topo con éste, publicado por Editions Paul Dupont, de Paris, 1946.
Centenares de libros y artículos se han publicado sobre la esencial e imprescindible ayuda que Hitler y Mussolini -no gratis, sino cobrado en minerales y materias primas- facilitaron a Franco. Entre otros, claro está, el historiador Angel Viñas. Pero este librito, casi un folleto, me recuerda, en las propias palabras de los altos funcionarios y militares nazis, esa ligazón sin la cual Franco no hubiera ganado la guerra (la división de la izquierda española, y la tibieza de los nacionalistas vascos y catalanes, también contribuyeron en gran medida a la derrota de la legalidad republicana).
No está demás recordar que, además de Gernika, hubo crueles bombardeos de la aviación italiana en Barcelona y ametrallamientos masivos de población civil en la carretera de Málaga a Motril perpetrados por la aviación italiana. No todo fue obra de la Legión Cóndor.
Así, extraigo algunas notas significativas sobre estos aliados del franquismo desde la primera hora:
Nota sobre la entrevista de Mussolini con Bulow-Schwante, Jefe de Protocolo del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán.
Octubre 1937
(documento conservado en los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS, que forma parte de los trofeos (sic) de guerra del Ejército Rojo)
«Mussolini se ha detenido largamente sobre la cuestión española. Habría que, a cualquier precio, ganar la guerra de España y no cabe duda de que se llegará a la victoria. Hasta ahora, Italia ha hundido unas 200.000 toneladas y que se propone seguir estas operaciones de torpedeo (…) quiere enviar 100 aviones y 4.000 hombres del Cuerpo de Ingenieros (a Franco).
El General Franco le ha informado de su intención de comenzar una gran ofensiva decisiva. Mussolini ha declarado que el compromiso con España ya le ha costado tres mil millones de liras; le he contestado que esa suma corresponde aproximadamente a 500 millones de marcos y que la participación de Alemania era por lo menos de esa importancia. Mussolini querría a todo trance recuperar estos capitales y cree que es perfectamente posible gracias a los stocks importantes de materias primas que se encuentran en España. Se ha tomado la libertad de adelantarse un pequeño avance de ese pago, confiscando un barco con 4.000 toneladas de trigo que, bajo pabellón de Panamá, se dirigía a un puerto rojo. En definitiva cuenta con la honestidad de los españoles, aunque no espera mucho del propio General Franco.»
————–
Stohrer (Embajador ante Franco de 1937 a 1942) al Ministerio.
San Sebastián, 4 de mayo de 1938
«En lo relativo a la retirada de la Legión Cóndor, Franco (…) pide disponer durante un cierto tiempo de los voluntarios alemanes; piensa que todavía hay que esperar una resistencia tenaz de los rojos (…) -resistencia que se irá desagregando (sic) poco a poco en combates locales. Sólo cuando comience la «pequeña guerra» (y no antes de que se pueda hablar de acciones de policía) será cuando Franco podrá prescindir de los voluntarios alemanes (…)
Por lo que se refiere a los italianos, Franco piensa (…) que las dos divisiones italianas formadas por 25 batallones cada una, serán reducidas a una, en razón de las pérdidas considerables sufridas por los italianos últimamente y la evacuación de los enfermos, lo que se traduce en una reducción de un tercio de las fuerzas italianas.»
———–
Comunicación de Keitel a Weizsaecker
(Keitel: en 1938, general de Artillería, coronel general en 1939. Mariscal de campo desde 1941, y desde 1940, miembro del Consejo Secreto de Hitler. Weizsaecker, diplomático, Director de la Sección Política del Ministerio; desde 1944, Embajador ante el Vaticano)
Berlín, 2 de junio de 1938
«(…) según nuestras informaciones, el número de soldados de infantería y de artillería (italianos) en España, sería de 20 a 25.000 hombres, a los que hay que añadir el personal de aviación –de vuelo y sedentario-, unos 7.000 hombres. Hay que contar, pues, con una presencia (italiana) de cerca de 30.000 hombres.»
———-
Stohrer al Ministerio
San Sebastián, 19 de agosto de 1938
«Objeto: Nuevas tropas italianas y equipo militar para España
Adjunto los datos que me ha enviado el agregado naval (desembarcos en Cádiz de tropas y material italiano):
Fechas Tropas Armamento
19 junio 400 2000 Tm
25 400 1000 Tm
3 julio 350
11 300 aviones, municiones
13 400 1.100 Tm
16 280
24 – 60 camiones
26 209
27 331
29 401 100 Tm
3 agosto 200
10 300
Total: 3.571 hombres, 4.200 Tm, 60 camiones y armamento cuya cantidad escapa a un control exacto. »
***
Hay muchos más documentos, en los que se trata de la posible retirada de la Legión Cóndor, del inminente fin de la guerra, de los pilotos alemanes prisioneros de los ‘rojos’ (Keitel dice «estar muy preocupado»), etc.