Pedro Teotónio Pereira, embajador portugués, parecía obsesionado con los ánimos invasores de una parte de los españoles, sobre todo entre la Falange y los militares. Pero no era una obsesión banal. De estas tendencias da cuenta en su correspondencia con Salazar. Efectivamente, además de alguna soflama publicada en el diario ‘Arriba’, hubo un sector militar que pensaba que había que invadir Portugal.
Los alemanes del Tercer Reich fueron testigos:
Documento nº 26
Stohrer (embajador de Alemania en Madrid) al Ministro de Asuntos Extranjeros
Telegrama
Embajada de Alemania en España
nº 2111 secr.
Madrid, 10 de mayo de 1941. Secreto
Adjunto el informe del coronel Kramer, Agregado aéreo en la Embajada, sobre las opiniones expresadas por los medios militares sobre las relaciones entre España y Portugal
Las tensas relaciones entre España y Portugal son objeto de numerosos rumores y son el tema favorito de las conversaciones en el cuerpo de oficiales del Ejército español.
En sus conversaciones con mi Oficial adjunto y conmigo mismo, los oficiales aviadores han usado expresiones de este tenor:
«Cuando hayamos llevado nuestra frontera occidental al Atlántico…» o «Cuando las escuadrillas alemanas puedan participar en los combates en el Atlántico, partiendo de bases portuguesas, que estarán en manos españolas «, etc.
Se expresa así abiertamente la opinión de que un país tan pequeño como Portugal no tiene derecho a existir en una nueva Europa y que, tanto desde el punto de vista geográfico como etnográfico Portugal pertenece a España.
…
Para esta guerra contra Portugal … se cuenta con una resistencia muy débil de Portugal.
El director de la Escuela de Guerra, el general Aranda, me ha hecho saber que le han encargado el estudio de las medidas preparatorias en caso de que las tropas españolas penetrasen en Portugal.
[se extiende en consideraciones sobre los sentimientos proalemanes de la oficialidad española y los riesgos de que la RAF defendiese Portugal]
En el mismo Portugal, los militares favorables a nosotros son bastante poderosos en este momento. Según el coronel Cintra, todos los oficiales superiores anglófilos -muy numerosos- son conocidos y podrían ser eliminados llegado el momento [ésto, subrayado en lápiz azul al margen; la palabra ‘eliminados’ subrayada y seguida de un signo de exclamación].»