Las máquinas dan poderío,
es sabido.
Palas excavadoras, destrozadoras,
hacen ruido.
Talar árboles da poderío,
es sabido.
Ni se quejan ni reclaman,
para solaz del turista veloz,
callan.
La tierra baldía es poderío,
es sabido.
Removida, destruída,
vieja curva umbría del Batán.
Ufanos descansan, con poderío,
sin pena ni asombro
ante tanto escombro,
ingenieros y prebostes satisfechos,
ahítos de poder sin desafío
tras meses ocultando su delito
de lesa naturaleza
y máquinas aviesas.
Que el progreso en tierra electoral
es lo verde hecho cunetas,
civantos, latas y despojos:
que no queden ni rastrojos.



