Pintar acuarelas ayuda a pasar las horas, cuando ya he leído bastante, repasado los titulares de la prensa, escuchado música. Aquí presento seis acuarelas con autor que busca la aprobación de Morandi (no la de Pirandello).



La semana pasada, Rachel Spence, en el Financial Times, dedicaba un magnífico a Giorgio Morandi, The art of staying in, poniéndolo como ejemplo de un pintor confinado por decisión propia. Vivió siempre en la misma casa, en Bolonia, con alguna salida a una casa de campo no muy lejana. Su obra casi siempre giró en torno a naturalezas muertas, a bodegones de botellas, piezas de cerámica, muchas las mismas en diferentes órdenes y posición. Pero siempre en los mismos tonos tibios, apagados, de los que emanaba una especie de sosiego


