Un cortijo con baños de la época romana

Los cortijos antiguos a veces guardan secretos que sólo el azar permite descubrir. Así, algunos están exactamente emplazados en donde había villas romanas. Son como una sucesiva reconstrucción de éstas, que por lo general se “ubicaban en lugares útiles para los cultivos, por la proximidad de fuentes, por estar en altozanos o collados, al abrigo de riadas u otros desbarajustes de la naturaleza.

IMG_20180521_161046Así, descubro gracias a mi amigo jiennense, Esteban, un cortijo abandonado que se llama Los Baños (la toponimia perdura y nos guía) y que, precisamente, oculta bajo sus cimientos una villa romana y está junto a los restos de los baños.

El cortijo está en medio de un olivar, por arriba de Arroyo del Ojanco, población que cruza la N-322 de Bailén a Valencia.

IMG_20180521_161600Una tapia revela que hubo un aterrazamiento, y una acequia o caz también es testimonio de la estructura hidráulica de esa antigua villa.

En el mismo término municipal hay ue deplorar el Puente Mocho, un puente romano quebrado (para resistir las avenidas) sobre el Guadalimar. Desgraciadamente, este puente ha sido desfigurado para siempre por unas infaustas obras de “reconstrucción”. Ha perdido todo el aura que tuvo durante siglos. Es un atropello estético e histórico.

La provincia de Jaén abunda en ruinas romanas, sobre todo ríos Guadalimar y Guadalquivir abajo, donde se extienden inmensos olivares que en otro tiempo también fueron campos de cereal. Es necesario un Inventario de los lugares arqueológicos y de los simplemente históricos, como este cortijo de Los Baños.IMG_20180521_161427

[Nota.- Los romanos, los hispano-romanos y los hispano godos mantuvieron sus tierras, incluso tras la invasión musulmana, al convertirse al Islam para conservar sus propiedades y derechos que de otra manera eran abolidos. Como se sabe, pero no se suele decir, los judíos y los cristianos tenían prohibido tener tierras y además pagaban más impuestos, no podían acceder a cargos públicos ni casarse con musulmanes. Véase El mito del paraíso andalusí, de Darío Fernández-Morera, profesor de la Northwestern University, EEUU. (editorial Almuzara, 2018).]

 

 

Anuncio publicitario

Fotografías de las gentes de La Puerta de Segura y Las Graceas, por Antonio Damián Gallego

Descubro tardíamente las fotografías que hizo Antonio Damián Gallego Gómez de la gente de La Puerta de Segura (Jaén) y de la aldea de Las Graceas, editadas hace quince años, en 2002.

Como él dice, son sus gentes, los niños, los abuelos, los que ya se fueron y los que vienen. Hay fotografías de la vieja aldea de Las Graceas, a dos pasos del pueblo, pero ya deshabitada, hay retratos que hablan. Que además son técnicamente perfectos. La pequeña,historiamde un pueblo español.

La calidad de las fotografías, en blanco y negro, no tiene nada que envidiar a las de todos esos fotógrafos norteamericanos que nos dejaron su testimonio y que son mundialmente reconocidos.

Con humildad, pero con gran sentimiento y orgullo sano de su tierra y de sus vecinos, Antonio Damián nos ha dejado un monumento al pueblo llano, a esas personas que forman el mundo pero que, como dice el poema de María del Pilar Martínez, son

gente buena de mi tierra,
rescatada del olvido
al que se hallan condenados
los humildes y los sencillos

Ver esos rostros, esos quehaceres antiguos, desde el labrador, el aceitunero hasta el hojalatero, el carpintero o el herrero, ver los gitanos del pueblo, tan señeros como él, producen emoción. ¿Qué más puede desear un fotógrafo que hacernos partícipes de su poesía gráfica?

Este libro, bellamente editado, debería ser mucho más conocido. Los retratados y el retratista lo merecen.

 

Un lugar de La Mancha, Villahermosa

Viajar por España no debería ser sólo ir de museos y restaurantes, sino descubrir los centros menores, donde hay casas aisladas en el campo que merecería la pena conservar, con esos portones de patios y bodegas en vieja madera con cuarterones o tablas de árboles talados hace mucho más de dos siglos. Para ese viaje por carreteras solitarias, de largas perspectivas, de alcores y viñedos, tenemos La Mancha.

La Mancha es la tierra literaria más antigua de España y casi de Europa. No hace falta hablar -por conocidos- de tantos escritores y de tantos libros, poesía y de pintores que perduran por esas tierras, por esos pueblos llanos, limpios, de largas calles tranquilas tras las tapias y bardales de portones antiguos de madera que parecen tener siglos. Pueblos para llevar un pequeño libro y leer algunas páginas en alguno de tantos rincones tranquilos. Tierras hoy enmoquetadas de todos los verdes posibles, desde los más frágiles a los más densos.

Imagen 2.jpg

Sacristía de la parroquia de Villahermosa

Entre otros viajeros no hay que olvidar a Azorín, a Eugenio Noel y a Víctor de la Serna. Los tres describieron estas tierras con perspectivas diferentes pero originales.

Si pasamos de La Solana hacia el sur (La Solana, que ha dejado inexplicablemente afear sus alrededores con un cementerio de chatarra justo en un alcor, para mayor inri), podemos acercarnos a San Carlos del Valle, de corte neoclásico, y bajar hasta La Torre de Juan Abad, siguiendo por Cózar y Terrinches. Yo no sé si en Terrinches guardan memoria de aquel guerrillero, maquis o bandido, según la versión, el ‘Rojo de Terrinches‘, que tenía fama de no robar a los pobres, un huido de la guerra que fue acabado de mala manera por guardias civiles disfrazados de pastores.

IMG_0495.JPG

Fuenllana

Pasamos por Fuenllana, el pueblo de Rodríguez Huéscar, aquel orteguiano insigne y modesto, buen escritor y pensador. Fuenllana, de una calma casi sobrenatural, está a media legua de Infantes, tiene calles limpias, blancas, silencio y un pequeño castillo restaurado con gusto y respeto. Seguimos hacia el Este, contemplando a la derecha se tienden tierras de cereal que forman un centón apacible que ahora es verde y en el estío será una tierra ocre, labrada. Campos que hacen añorar el paseo sin horas, dejando pasar el tiempo, ese tiempo que todo lo cura. Por esa ruta podremos seguir hacia Ruidera, esos lagos misteriosos, o hacia El Bonillo.Imagen 3.jpg

Pero antes nos encontraremos con la sorpresa que es Villahermosa, pueblo llano, impoluto, con su iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, donde también se honra a  Nuestra Señora de la Carrasca, que  tiene la traza del gótico isabelino en sus bóvedas, sus pinturas en la sacristía y en las columnas y un magnífico órgano, restaurado recientemente (como a muchos otros órganos de la comarca, como el de La Torre de Juan Abad, en la guerra lo dejaron sin los tubos de metal, y así quedó medio siglo, mudo y mutilado).

Hay que destacar el excelente trabajo de la Consejería de Educación que nos suministra la guía de la Ruta de los Organos Históricos de la comunidad, con treinta y tres órganos dignos de visitar y de escuchar en Castilla La Mancha. La guía describe sus características técnicas y una breve aproximación a su origen y restauración. Una riqueza cultural que hasta hace poco era mal conocida.

Sería muy interesante escudriñar en el pasado, conocer por qué unos agricultores ricos, unos burgueses potenciales, financiaron, en el siglo XVIII, estos aparatos de música, algo ilustrado, de cultura, en aquellos pueblos. Hay una historia desconocida, o poco conocida para el gran público, de esas clases acomodadas e ilustradas que emprendían esas obras en la época de la Ilustración. Hoy, por ejemplo, no hay parangón y es muy raro encontrar un dispendio, generosidad e interés en los potentados y clases dirigentes manchegas. Hoy todo parece que lo deba financiar el dinero público, el dinero de los contribuyentes.

Por el pueblo de Villahermosa, un señor elegante, con bastón y corbata, nos guía amablemente. Es un personaje salido de un libro de AzorínImagen.jpg, quien precisamente tiene una calle dedicada (como también la tienen Baroja y Unamuno, que este pueblo parece que aprecia mucho la Generación del 98).

Solo se echa de menos en Villahermosa un lugar donde comer, pues la casa rural Raigambre la hemos encontrado cerrada cuando estuvimos y los bares no tiene nada de sabor, sino televisión a gritos y tapas vulgares.

La Mancha ha sido una tierra humilde que ha criado poetas, pintores, escritores, leyendas y sueños. Un pueblo trabajador, sufrido, porque se habrán fijado que aquí, el paro, el desempleo, no es un subterfugio de la galvana. Se trabaja, se procuran encontrar medios, producción, desde la ganadería al textil, o la cantería. No hay abandono.

 

Viajeros y turistas, según Gregorio Marañón (1953)

Ante todo, que saber lo que es viajar, para no confundirlo con hacer turismo. Es tema que no me abandona. Sólo se puede decir que se viaja cuando hay algo que descubrir. Si no se descubre nada, el viajero ya no existe; y al hombre inerte que le sustituye se le llama turista. La diferencia es esencial. Pocas cosas dan una idea más clara de la desvalorización del hombre en el mundo actual, como el hecho, en apariencia intranscendente, de que las sociedades de viaje se hayan transformado en agencias de turismo, de que disminuyan los libros de viajes, donde se cuenta lo que se ha visto y aumentan las guías turísticas en las que se nos dice lo que vamos a ver; porque el turismo supone la desaparición de la noble y libre condición del viajero. Pero se me dirá: si viajar es descubrir, es lógico el ocaso del viajero, porque, sobre el haz de la tierra todo está descubierto ya. Mas esto, que parece exacto, no lo es. En realidad, el mundo entero está inédito y lo estará perdurablemente para el hombre que conserve intacto en su espíritu la capacidad para la expectación, para la curiosidad emocionada hacia todo lo que existe. El descubrimiento no sólo consiste en ver las cosas con los ojos de la cara por primera vez, sino también en alcanzar a ver con el entendimientolas dimensiones inagotables de lo ya conocido.

(De “Un español regresa del Brasil”, 1953)

Versión pintada de foto de La Espinareda

Sobre la fotografía de Mercedes Delicado -publicada en este  blog-, Manuel Damián Ruiz, pintor y geólogo de La Puerta de Segura, ha creado este boceto que pone de relieve colores y, de repente, parece que saca los árboles de las dos dimensiones.

La riqueza forestal española en 1952

El gran ingeniero de Montes que fue don Jaime  de Foxá nos facilitaba estas  cifras sobre la riqueza forestal española en 1952
Madera:       7.580.198 Ha de monte alto, del que se extraen 3 millones de  metros  cúbicos de madera.
Industria resinera:     50.000 toneladas de mieras, de las cuales se extraen 10.000 Tm de aguarrás y 35.000 TM de colofonias.
El aguarrás  se usa para producir:
·      Celuloide
·      Terpina
·      Terpineol
·      Timol
·      Mentol
·      Isopreno
Las colofonias se usan para fabricar:
·      Aceites de resina
·      Grasas consistentes
·      Tinta de imprenta
·      Resinatos
·      Barnices
·      Colores
·      Lustres
·      Jabones
Producción corchera            62.500 toneladas
Repoblación                        200.000 Has al año